Luego de intentar infructuosamente ver la película en dos oportunidades, pero encontrar la boletería agotada. Luego de escribir a servicio al cliente de Cinecolombia solicitando que dieran una función más de la película, logré verla.
La sala era grande y estaba totalmente llena, lo que me alegró mucho, porque confirmaba que los caleños si podemos apoyar el talento de los caleños, que todavía existen personas y tal vez hay una nueva generación, que valoran el buen cine, el cine arte, ese que está lejos de la competencia taquillera y comercial de Hollywood, ese que aborda los temas con profundidad y no con ligereza. Aquel cine que fue puesto en primera plana en nuestra ciudad por un grupo de jóvenes adelantados que en los años 70 iniciaron lo que conocemos como "El grupo de Cali" o "Caliwood". Andrés Caicedo y Carlos Mayolo, ya fallecidos, Luis Ospina, el Director de "Todo comenzó por el fin", así como Ramiro Arbeláez y Hernando Guerrero y otros artistas que hicieron parte en esos años de proyectos tan emblemáticos de nuestra ciudad como Ciudad Solar o la revista Ojo al Cine y el primer cine club de Cali en el Teatro San Fernando (del que solo queda el aviso, pues ahora lo convirtieron en el salón de una iglesia protestante).
Esta película me transportó a épocas que no viví porque apenas estaba naciendo, pero me hizo sentir como si hubiera estado allí, como si hubiera compartido esa ciudad que se nos fue, me hizo sentir nostalgia, emoción y apropiación de nuestro pasado.
Todo Comenzó por el Fin, deja ver la genialidad de este grupo, pero también deja ver sus realidades, sus luchas, sus caídas, pero sobre todo su perseverancia en vivir según sus códigos, haciendo lo que amaban: cine-arte.
Esa misma perseverancia que hizo superar a Ospina una grave enfermedad mientras realizaba la película y que le permitió ser él mismo quien la terminara y la presentara, pues en algún momento pensó que debería delegar esta importante labor a su amigo, el también artista caleño, Sandro Romero Rey.
El trabajo de personas fuera de serie como Caicedo, Mayolo y Ospina, entendiéndose como fuera de serie aquellos que rompen el molde, que se salen del modelo uniforme socialmente aceptado, que viven con un convencimiento de sus ideales, hace que nos sintamos en deuda, que nos sintamos obligados a dejar la indiferencia y la apatía y darnos cuenta que tenemos la obligación de vivir, de aportar, de hacer algo más que ocupar un lugar en este mundo.
Me hubiera encantado estar en la función de la Tertulia con conversatorio con el director Luis Ospina, haber escuchado sus apreciaciones, porque para mí también, tal como se aprecia en la película, él fue el "elegido" para hacer esta especie de autobiografía, de recuento del legado del grupo, porque aunque tal vez ellos nunca se lo propusieron o el mismo Ospina no considere que hayan dejado un legado, sí que lo hicieron, así lo sentimos muchos caleños y creo que en general los amantes del cine y del arte.
http://www.luisospina.com/inicio/todo-comenz%C3%B3-por-el-fin/