La vuelta al mundo con ochenta mujeres escritoras - 30

CANADÁ

EL ASESINO CIEGO - MARGARET ATWOOD

«No ha llovido bastante, dicen los granjeros. Las cigarras agujerean el aire con su canto agudo y monocorde; el polvo se arremolina en los caminos; en la hierba que crece a los lados zumban los saltamontes. Las hojas de los arces cuelgan de las ramas como guantes flácidos, en la acera cruje mi sombra.
     Salgo a pasear a primera hora, antes de que el sol resplandezca al máximo. El médico me azuza: asegura que hay que dejar que todo siga su curso, pero ¿hacia qué? Pienso en mi corazón como en un compañero de mi marcha interminable, los dos atados, conspiradores mal dispuestos de algún guión o táctica que no sabemos manejar. ¿Adónde vamos? Hacia el día siguiente. No se me escapa que el objeto que me mantiene en vida es el mismo que me matará. En eso es como el amor o cierta clase de amor»

El asesino ciego - Margaret Atwood

Esta novela de Margaret Atwood es como tener una matrioska en la mano, una novela que contiene a otra y a otra. Iris Chase siendo ya una anciana, regresa a su pueblo e inicia la escritura de sus memorias, no como una auto evaluación de vida, sino principalmente como un legado, como un testamento para su nieta, aquella que ama profundamente pero de la que no conoce nada, aquella que se volvió una razón de su escritura porque en el fondo siente que es lo único bueno que queda de su vida.

En las memorias de Iris se teje la historia de varias generaciones de su familia y en medio de esto vamos leyendo otra novela: El asesino ciego, escrita por Laura, la hermana fallecida de Iris, cuyos protagonistas son unos amantes clandestinos en donde el hombre va leyendo a la chica la novela que está escribiendo, una novela futurista, en un mundo fantástico y cruel donde niños que quedan ciegos por abusos laborales no tienen otra opción que volverse asesinos a sueldo.

Esta suerte de historias dentro de las historias en principio puede confundir al lector, pero una vez que supera la incertidumbre de las primeras páginas y  logra captar el hilo narrativo, quedará atrapado en medio de un conjunto de intrigas, apariencias, expectativas, secretos y luchas por el poder y ya no podrá parar hasta devorar las más de seiscientas páginas de este libro.

Es muy interesante la estructura de esta novela que termina involucrando diferentes géneros narrativos, una especie de memorias narrada en primera persona, una novela romántica narrada por un narrador omnisiciente, una novela de ciencia ficción y también la incursión del periodismo en algunos pasajes, pues ciertos acontecimientos de la novela principal, por así llamar a la historia de Iris, son narrados a través de publicaciones en periódicos de la época en que ocurrieron.

Una vez comprendida la estructura, un tanto compleja, las variaciones de narrador y de historia, la dinámica cambiante, hace que se mantenga la tensión, a pesar de algunos pasajes lentos, sin embargo hacia el final de la novela se puede percibir una aceleración de los acontecimientos que no es coherente con el ritmo con el que hasta ese momento se han desarrollado los acontecimientos. Finalmente nada es lo que parece, el lector atento puede haberlo detectado desde el inicio o la mitad de la novela, pero otro lector menos detallista o un poco más práctico, puede sentirse al final sorprendido y hasta engañado.

El asesino ciego recibió el premio Booker en el año 2000.

El asesino ciego
Autora: Margaret Atwood
Editorial: Punto de lectura
Formato: Tapa blanda
Páginas: 662

  

tomada de https://lithub.com/

Margaret Eleanor Atwood (Otawa, Canadá, 1939) Escritora, crítica literaria, profesora y activista canadiense. Estudió filología inglesa en la Universidad Victoria y máster en literatura inglesa de la Universidad de Harvard. 
Ha sido profesora de la Columbia Británica University, la Sir George Williams University, la Universidad de Alberta y la Universidad de York. También ha sido una reconocida activista de los derechos humanos, el feminismo y el medio ambiente.
Su prolífera obra invluye novela, teatro, guiones, libretos, libros infantiles, poesía, relatos cortos y ensayos. Ha obtenido numerosos premios como el Booker, el Príncipe de Asturias, el Franz Kafka, el Arthur C. Clarke y el premio de la paz del comercio librero Alemán, entre muchos otros. También ha sido nominada al premio Nobel.
Entre sus obras se encuentran: La Mujer comestible, Alias Grace (llevada a la pantalla), El cuento de la criada, Resurgir y el Año del diluvio, en novela; Chicas bailando, Buenos huesos y Desorden Moral en relatos cortos.

La vuelta al mundo con ochenta mujeres escritoras - 29

ESTADOS UNIDOS

CUENTOS REUNIDOS - FLANNERY O'CONNOR

«Thomas se retiró a un lado de la ventana y con la cabeza entre la pared y la cortina miró el camino que llevaba a la casa, donde el coche se había detenido. Su madre y la pequeña zorra bajaban de él. La madre apareció lentamente, impasible y torpe, y después las piernas largas y un tanto arqueadas de la pequeña zorra se deslizaron, con el vestido por encima de las rodillas. Lanzando un grito de alegría corrió al encuentro del perro que, a saltos, desbordante de felicidad, tembloroso de placer, había salido a darle la bienvenida. La ira fue invadiendo el corpachón de Thomas con una intensidad alarmante, como una turba amenazadora.

Ahora solo tenía que hacer la maleta, irse a un hotel y quedarse allí hasta que la casa volviera a la normalidad.

No sabía dónde había una maleta, le fastidiaba hacer el equipaje, necesitaba sus libros, su máquina de escribir no era portátil, estaba acostumbrado a la manta eléctrica, no soportaba comer en un restaurante. Su madre, con su caridad temeraria, estaba a punto de destrozar la paz del hogar. »

Las dulzuras del hogar - Flannery O'connor

Lo natural, lo elemental, eso que aparenta ser la trivialidad de la vida pero que en realidad es la vida misma, la esencia del diario vivir, las acciones cotidianas que son causa y efecto del entorno, esa fue la materia prima de Flannery O'Connor para lograr en sus cuentos una profundidad y una sensibilidad de características únicas.

Lo que más llama la atención en los cuentos de O'Connor son sus personajes, seres humanos como cualquier vecino o amigo, pero en los que encontramos los rasgos propios de su humanidad de manera clara y a veces amenazante y cruda, porque nos enfrentan con nuestra propia humanidad, no solo en las fortalezas sino principalmente en las debilidades y en las contradicciones.

El escenario que inspira los cuentos de Flannery O'Connor es el Sur de los Estados Unidos, allí donde ella creció, aquel Sur conservador, lleno de desigualdad, racismo y fanatismo religioso, elementos que influyen y confluyen en cada uno de los relatos y de sus personajes, aquellos seres que en medio de sus limitaciones se buscan y se transforman, pero no se quedan indiferentes ni dejan indiferente al lector.

En este libro encontramos desde cuentos con argumentos aparentemente sencillos como «El pavo», donde un adolescente de un pequeño pueblo persigue con obsesión un pavo para llevarlo a casa sin conseguirlo, hasta que lo encuentra muerto y puede por fin llevarlo en hombros como un trofeo, caminando orgulloso por las calles, logrando atraer la atención de una pandilla que finalmente se lo roba; hasta cuentos más perturbadores como «Un hombre bueno es difícil de encontrar» , uno de los más conocidos, donde una familia sale de excursión, padre, madre, hijos y abuela, pero se encuentran con el Desequilibrado, un asesino despiadado que ha salido en las noticias porque es buscado por sus fechorías y asistimos entonces al asesinato de toda la familia en medio de una narración que no nos puede dejar indiferentes y nos conecta con el perfil psicológico de los personajes y con interrogantes sobre ¿Qué es el bien? y ¿Quién es realmente bueno?

Cuentos completos
Autora: Flannery O'Connor
Editorial: De bolsillo
Formato: Tapa blanda
Páginas: 848

 tomada de https://www.literatura.us/idiomas/

Flannery O'connor (Savannah, EEUU, 1925- Milledgeville, EEUU, 1964) Escritora estadounidense. graduada en estudios sociales de la Georgia College & State University y máster en creación literaria de la Universidad de Iwoa.
Dedicó su corta vida a la escritura, alternando su creación con la crítica literaria escribiendo más de cien reseñas de libros para dos periódicos católicos diocesanos en Georgia: The Bulletin y The Southern Cross.
Recibió el premio Rinehart por su obra La sangre sabia, así como el premio O. Henry y de manera póstuma fue reconocida con el premio Nacional del Libro (1972), Premio Nacional del Libro de Ficción (1972) e incluida en el Salón de la Fama de las mujeres de Georgia.
Entre sus obras se encuentran: La sangre sabia y Los violentos lo arrebatan, en novela; Un hombre bueno es difícil de encontrar y Las dulzuras del hogar, en cuentos.