Libros, Lugares, fotografías, comentarios o simplemente un cuaderno de apuntes ...
Farallones de Cali
viernes, 9 de marzo de 2012
A proposito del día de la Mujer, Simone de Beauvoir
Hace unos días me sorprendí, cosa que no debió suceder, cuando una persona (hombre) dijo refiriéndose a una candidata para un cargo en el que debía manejar personal: “me dieron recomendaciones excelentes de la señora, que es superbuena en su trabajo, mejor dicho que es como un hombre”
Digo que no debí sorprenderme porque a pesar de toda la lucha de género que se viene realizando desde el siglo pasado, y desde mucho antes, todavía hoy en muchos campos, por no decir en todos, continúa la desigualdad de géneros y la estigmatización del género femenino.
Encontré también una frase en el libro La Luna y Seis Peniques de William Somerset Maugham: “Nadie fue más amable conmigo en aquella época que Rose Waterford. En ella se combinaban una inteligencia masculina con una femenina perversidad,..”
Muy claro aquí el concepto machista en donde la inteligencia le es dada al hombre y la perversidad a la mujer, el blanco y el negro, lo bueno y lo malo, arriba y abajo, positivo y negativo.
De nuevo hemos celebrado el Día de la Mujer, el cual si nos volvemos radicales podría tomarse también como una forma de discriminación, pero en fin, debemos es aprovecharlo para contribuir a difundir, o al menos a interiorizar cada una de nosotras el valor de la igualdad, el valor de las oportunidades equitativas entre los géneros, la responsabilidad que tenemos con nosotras y con las generaciones venideras de contribuir a este objetivo.
La historia ha dado muchas mujeres valientes, que se adelantaron a su época y contribuyeron y fomentaron la igualdad de oportunidades sin discriminación de género, hoy quiero referirme a Simone de Beauvoir, cuya obra El Segundo Sexo, ha servido de herramienta a la lucha feminista desde que fue publicado en 1949, sin embargo hoy no hablaré de esta obra, posiblemente lo haga más adelante, hoy simplemente quiero recordar a esta filósofa y escritora, nacida en 1909, en una Francia mojigata y conservadora, que supo darse un lugar en la intelectualidad de la época que era en ese entonces un campo reservado para los hombres.
Sobre Simone de Beauvoir han escrito mucho, desde sus fervientes admiradores, hasta sus acérrimos detractores, pero solo voy a dejar comentarios sobre algunas de las obras que he leído de ella, todos a título personal, sin pretender ser un análisis profesional, son solo mis opiniones como lectora.
Memorias de una joven formal (1958)
Es un libro autobiográfico, donde De Beauvoir describió su infancia, adolescencia y primera juventud, hasta el momento en que conoce a quien sería el compañero de su vida, el también filosofo jean Paul Sartre.
En mi concepto esta autobiografía es un intento de beauvoir de "exorcizar" su pasado, sobre todo sus inicios, aquellos momentos donde su vida poco o nada tuvo que ver con los principios que la caracterizaron cuando era ya una escritora famosa.
Es un viaje detallado a los momentos de su infancia, rodeada de un ambiente burgués parisino de principios del siglo XX, donde todavía el apellido, el linaje y las conveniencias económicas daban las pautas de comportamiento de una sociedad que se decía católica practicante pero cuyas acciones poco tenían que ver con la doctrina.
Donde una familia burguesa como la de Simone, venida a menos económicamente, se encontraba en una posición contradictoria, en una especie limbo social, pues no era aceptada en sus círculos sociales pero tampoco se resignaba a vivir entre la clase popular.
Así inicia Simone su vida, con una educación formal adecuada para las niñas de su edad, basada en valores religiosos estrictos y enfocada a hacer de ellas una futuras buenas esposas y madres, pero donde una mujer sin dote se veía "condenada a la deshonra" de buscarse un futuro trabajando, fatalidad para la mayoría, pero que para Simone fue la situación que le permitió forjarse un futuro diferente al de sus congéneres.
La mujer de esa época estudiaba hasta el nivel donde la educación era necesaria para poder ejercer como administradora de su hogar y dar las primeras enseñanzas a sus hijos, la música, el bordado, la pintura, eran actividades más propias para ellas.
Pero Simone siempre sintió que era diferente, ella misma expresa que se sentía con pensamientos y habilidades si no superiores, si por lo menos diferentes al común.
En sus años más tiernos se caracterizo por sus caprichos y rebeldía, sin embargo a medida que fue creciendo se fue sintiendo mejor en el papel de niña buena cuyo comportamiento satisfacía a todos, así se sentía aceptada y querida, era una alumna modelo, estudiosa, aventajada y así mismo una hija obediente y fervorosa.
Con una estricta educación católica se aferro a la religión en estos primeros años, hasta llego a sentir que tenía un destino místico y en algún momento de estos años pensó en vestir los hábitos religiosos, sin embargo a los 14 años se encontró de frente con la pérdida total de su fe y desde ese momento se identifico así misma como atea.
Ya en esta época de adolescencia se empezó a vislumbrar el abandono de su tendencia a agradar, de adornar su exterior, de ser lo que los demás esperaban que fuera y fue mirando más claramente a su interior y encontrando conflictos, angustias, pero realmente se estaba encontrando a sí misma, lo que realmente sentía y pensaba.
En el colegio era una alumna aplicada, pero empezó a demostrar esos rasgos de personalidad que chocaban con las ideas costumbristas de la época y lo que se esperaba de una joven de su clase.
Es en este mismo sitio donde conoce la amistad, Zaza se convierte en su mejor amiga, en quien deposita un sincero amor que dura hasta la temprana muerte de Zaza a los 21 años, pero que jamás olvidará.
Termina muy bien su colegio, y entra a la universidad a estudiar filosofía, literatura y latín, se vuelve una trabajadora incansable, a costa de muchas horas de sueño, de su presentación personal, y hasta de su completa salud, se dedica de lleno al estudio.
Esto no es bien visto, ni siquiera por sus padres, ya que era un comportamiento poco propio de una mujer, así mismo y de la mano de su primo Jackes de quien se enamora, conoce la vida nocturna y bohemia de París, esta le da el descanso y un asomo de libertad que no había conocido, pero tampoco la llena.
Con Jackes tiene una especie de amor platónico más que real, llega a pensar en que le va a pedir matrimonio, pero finalmente él se casa con una joven de buena posición económica, años después al escribir el libro, admite que fue mas idealismo que realidad lo que la hizo pensar en Jackes con amor, pero que realmente esa relación no hubiera tenido ninguna futuro, de hecho Jackes acabo finalmente sin familia, sin empleo y hallo tempranamente la muerte.
Desde sus quince años soñó con encontrar ese alguien que realmente la complementara, alguien con un ingenio o inteligencia superior a la suya, porque de hecho sabía que tenía un don superior, unos pensamientos ideas y sentires diferentes al común, y esta persona le llego a los 21 años, jean Paul Sartre, un estudiante como ella de la Sorbona.
Se conocieron por un amigo mutuo con quien inicialmente Simone compartió mucho tiempo de estudio y también de diversión, sin embargo y aunque pareciera le atraía bastante, no llegaba realmente al ideal que ella tenía o esperaba, además, era casado, fue el quien le puso "castor", porque su apellido sonaba al vocablo ingles equivalente a castor y además su nivel y dedicación total al trabajo recordaba los de un castor, y este mismo sobrenombre seria el que por siempre utilizaría cariñosamente Sartre para con ella.
Iniciaron una relación de mutua admiración intelectual, estudiaron y se presentaron juntos a su examen para licenciarse, quedando Sartre en primer lugar y Simone en segundo.
Hasta esta época llega la historia de este libro, detallado pero entretenido.
Considero que en general en el libro Simone enfrenta una revisión de su pasado desde el punto de vista de una mujer ya madura, que desmenuza esos primeros años, recordando la felicidad de la primera infancia, pero sobre todo los conflictos, la incertidumbre, las contradicciones, rebeldías y búsquedas que se presentan en la adolescencia, no sé si en todos los seres humanos, pero puedo creer que la mayoría vivimos esta etapa, unos logran quitarse esa pesada carga de costumbres y limitantes que trae la educación familiar y social, como lo hizo Simone, otros, la mayoría lastimosamente, terminamos claudicando y adaptándonos al medio, enclaustrando, subyugando nuestro verdadero yo.
Este libro lo lleva a uno al auto cuestionamiento, sobre todo cuando se es mujer, condicionada a una sociedad que nos limita y nos impone paradigmas de los cuales se espera no salgamos, pero si una mujer de principios de siglo, donde el pensamiento conservador era mucho mas recalcitrante, logró respetar sus propios principios, porque nosotras ahora en una sociedad más abierta, no tanto como debería, pero si con un camino ganado en cuanto a derechos y oportunidades, no logramos aceptarnos y ser fieles a nosotras mismas?
Una muerte muy dulce (1964)
En este libro, Simone nos relata los últimos momentos de vida de su madre, aquejada por un cáncer, descubierto cuando fue internada en un hospital a raíz de una caída donde se fracturo la cadera.
Es un diario donde Simone recoge esos difíciles días en el hospital, la lucha de su madre, sus deseos de aferrase a la vida, la forma estoica con que enfrentaba las difíciles pruebas a las que conlleva el hecho de estar todo el tiempo postrada en una cama, sin poder valerse por sí misma, con sondas para alimentarse y con sondas para evacuar el cuerpo, ignorando el mal que la aquejaba, creyendo que solo se trataba de una peritonitis que por suerte se había descubierto mientras le trataban su cadera partida.
Simone pone en estos diarios sus sentimientos, la impotencia ante esta situación, el dolor de saber que perderá a su madre, justo en el momento en que sentía haberla encontrado de nuevo, pues estando allí junto a ella en el hospital habían podido de algún modo limar asperezas, curar viejas quebraduras de una relación madre - hija generadas por una ruptura de pensamiento, una independencia ganada por la hija en contra del pensamiento conservador de la madre, y a costa de sus propias expresiones de cariño, a costa de su propia amistad.
Simone junto con su hermana Poupet viven estos dolorosos momentos, pues aunque la familia, primas y amigas, se hacen presentes y manifiestan la estimación a su madre, solo ellas dos enfrentan y sienten el dolor de una madre enferma y agonizante, cada una desde su propio ángulo, desde la perspectiva tomada de acuerdo a su vida y a la relación que cada una tuvo con ella.
La experiencia con la muerte, y más si es la de un ser querido, no solo es impactante, sino también un punto donde convergen muchas dudas, inquietudes y hasta temores que en el normal día a día pasan desapercibidos.
Es una obra que llega al corazón y nos coloca a reflexionar sobre la vida, la muerte, nuestras relaciones familiares, nuestros miedos.
La invitada (1943)
A cerca de las relaciones humanas, y más concretamente sobre las relaciones amorosas, se ha escrito mucho, pero en esta obra Simone aborda los conflictos, los sentimientos, las angustias y también la felicidad que se vive en un tipo de relación abierta, sin más compromisos que los que así mismo se coloca cada uno, posiblemente basada en su propia experiencia personal en su relación con Sartre una relación "necesaria" en donde cabían las relaciones "contingentes" con terceras personas.
Francisca es una mujer inteligente, segura, independiente, que ama profundamente a Pedro, un hombre también inteligente, dueño de una personalidad arrolladora, que le gusta conquistar otras mujeres muchas veces por el solo hecho de vencer un reto, sin embargo también está seguro de amar profundamente a Francisca y de que nada puede resquebrajar los firmes cimientos de su relación.
Sin embargo a esta relación llega una tercera persona, Javiera, una joven de pueblo, caprichosa, insegura y muchas veces colérica, taciturna y hasta rencorosa, pero poseedora de una especie de atractivo enigmático que no solo percibe Pedro, si no también Francisca.
Pedro se interesa por Javiera, con el pleno conocimiento de Francisca, quien esta enseñada a estas aventuras de Pedro en las que ella misma participa como facilitadora, pues siempre a estado segura de que ella es la única que ama y que es amada por Pedro, ellos hablan de ser realmente uno, sienten por el otro y viven por el otro.
Francisca también se interesa por Javiera, le atrae, quiere protegerla, hacerla feliz, sacarla de su obscuro y desdichado mundo, la trae a vivir a París y la sostiene económicamente pues Javiera se niega a trabajar, pues le parece que eso es un límite para su vida, nada en lo absoluto la apasiona y siempre está en contra de todo.
Inicialmente Francisca colabora para que Pedro pueda iniciar una relación con Javiera, como lo habría hecho en ocasiones anteriores, pero esta vez las cosas fueron diferentes, Javiera dentro de su aparente ingenuidad y simpleza escondía una personalidad manipuladora, que logro interesar a Pedro de una manera extraña, tan extraña que este disculpaba y a veces hasta aprobaba defectos de ella que no aceptaba en nadie, por el simple hecho de ser contrarios a sus principios, como los celos y el deseo de control.
Mientras tanto francisca se debatía internamente entre el amor por Pedro, el sentimiento de soledad que iba creciendo en ella mientras veía surgir la individualidad de Pedro, sus sentimientos por Javiera, a veces amor, a veces odio y además termina involucrándose con Gerbert, un pupilo de Pedro que había iniciado también una relación con Javiera.
Todos estos triángulos sentimentales surgían en la Francia de principios del siglo XX, aportas de la guerra, en un ambiente intelectual y artístico que también le da singularidad a estos personajes.
Finalmente en el relato, los hombres son llamados a la guerra, las mujeres se quedan en un Paris solo y triste, y Francisca sucumbe a sus más oscuros sentimientos, termina cediendo a la angustia, a la frustración, al miedo y al rencor, desencadenándose un final trágico.
Esta novela, aparentemente de temas románticos, nos termina involucrando con los sentimientos crudos y profundos que el ser humano experimenta en diferentes momentos de su vida, y muchas veces a lo largo de toda la vida, el amor, el odio, los celos, el deseo de poseer, el egoísmo, el poder, la ternura, el deseo, tantas mezclas que muchas veces encontramos en nosotros mismos.
Cuando popularmente escuchamos "del odio al amor hay un solo paso", en esta novela de Beauvoir se da a entender que estos dos sentimientos pueden convivir paralelamente, amar profundamente a alguien pero así mismo tener ráfagas de rencor hacia esa misma persona, y así podría suceder en general con todos los sentimientos antagónicos.
Se puede llegar a pensar, como algunos han afirmado, que esta novela tiene un tinte autobiográfico, y que el triangulo amoroso de francisca, Pedro y Javiera corresponde a lo vivido por beauvoir, Sartre y una de sus amantes, si esto fuera así, yo pensaría que la imagen de una relación libre y feliz como se ha pensado de la relación de los dos filósofos, realmente no es cierta, el ser humano por naturaleza desea tener exclusividad, y si Simone se identificaba con Francisca, entonces sucumbía también a los celos y a la frustración de compartir su amor, pero como ella, dominó u ocultó sus sentimientos para asegurar el futuro de la relación, algo que muchos no compartirían pero que finalmente es completamente respetable.
jueves, 8 de marzo de 2012
Conferencia: "Mujeres del Sur en la Independencia de la Nueva Granada"
En el marco de la celebración del día internacional de la mujer, anoche en la Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero, se presentó la conferencia “Mujeres del Sur en la Independencia de la Nueva Granda”, de Lydia Inés Muñoz Cordero, historiadora de la ciudad de Pasto, y escritora del libro del mismo nombre.
El libro busca rescatar la historia de muchas mujeres, la mayoría anónimas, que desempeñaron diferentes papeles durante la época independentista de principios del siglo XIX, concretamente en las regiones ocupadas hoy por los departamentos del Valle del Cauca, Cauca y Nariño, algunas contribuyendo a la causa libertadora y otras del lado de la causa realista.
Señoras de la alta sociedad, campesinas, indígenas, letradas, iletradas, casadas, solteras y hasta religiosas, dejaron la actitud pasiva y sumisa que se esperaba de las mujeres de la época (y que muchas veces aún se espera) y pasaron a desempeñar un rol activo por la causa que elegían libremente, demostrando inteligencia, valentía, recursividad y decisión.
En la historia de Colombia el símbolo femenino por excelencia de esa época ha sido Policarpa Salavarrieta, pero fueron muchas mujeres las que tomaron parte en este periodo de la historia, y en el suroccidente fueron particularmente numerosas, aunque en su mayoría anónimas, pero existen registros concretos de mujeres como Manuela Cumbal y Francisca Aucúg que iniciaron una revolución comunera contra los impuestos en 1800, María Tomasa Cobo, María Josefa Montoya y María Prieto, que contribuyeron económicamente a la causa libertadora.
Andrea Velasco, Luisa Figueroa, Domitila Sarasti y Dominga Burbano, cuatro heroínas que fueron fusiladas sin juicio y sin derecho a sepultura digna el 8 de diciembre de 1812, cuando vestidas de hombres intentaron rescatar en Pasto a cuatro presos entre los que se encontraba el caleño Joaquín de Cayzedo y Cuero y el estadounidense Alejandro Macaulay.
Estas y otras muchas mujeres, como las monjas Conceptas, ricas e ilustradas, o las “gualumbas” o “ñapangas”, valientes mujeres del pueblo, de una u otra manera lograron des encasillarse del rol de género pasivo dictado para las mujeres de su generación y aportar a su manera un grano de arena en la historia de Colombia.
El libro busca rescatar la historia de muchas mujeres, la mayoría anónimas, que desempeñaron diferentes papeles durante la época independentista de principios del siglo XIX, concretamente en las regiones ocupadas hoy por los departamentos del Valle del Cauca, Cauca y Nariño, algunas contribuyendo a la causa libertadora y otras del lado de la causa realista.
Señoras de la alta sociedad, campesinas, indígenas, letradas, iletradas, casadas, solteras y hasta religiosas, dejaron la actitud pasiva y sumisa que se esperaba de las mujeres de la época (y que muchas veces aún se espera) y pasaron a desempeñar un rol activo por la causa que elegían libremente, demostrando inteligencia, valentía, recursividad y decisión.
En la historia de Colombia el símbolo femenino por excelencia de esa época ha sido Policarpa Salavarrieta, pero fueron muchas mujeres las que tomaron parte en este periodo de la historia, y en el suroccidente fueron particularmente numerosas, aunque en su mayoría anónimas, pero existen registros concretos de mujeres como Manuela Cumbal y Francisca Aucúg que iniciaron una revolución comunera contra los impuestos en 1800, María Tomasa Cobo, María Josefa Montoya y María Prieto, que contribuyeron económicamente a la causa libertadora.
Andrea Velasco, Luisa Figueroa, Domitila Sarasti y Dominga Burbano, cuatro heroínas que fueron fusiladas sin juicio y sin derecho a sepultura digna el 8 de diciembre de 1812, cuando vestidas de hombres intentaron rescatar en Pasto a cuatro presos entre los que se encontraba el caleño Joaquín de Cayzedo y Cuero y el estadounidense Alejandro Macaulay.
Estas y otras muchas mujeres, como las monjas Conceptas, ricas e ilustradas, o las “gualumbas” o “ñapangas”, valientes mujeres del pueblo, de una u otra manera lograron des encasillarse del rol de género pasivo dictado para las mujeres de su generación y aportar a su manera un grano de arena en la historia de Colombia.
martes, 6 de marzo de 2012
Lugares: Santiago de Cali, Colombia
Hoy quiero escribir sobre mi ciudad, aprovechando unas fotografías que tomé el fin de semana pasado.
Santiago de Cali, fundada en 1536, ubicada en el Suroccidente de Colombia, en el privilegiado paisaje del Valle del Cauca, es una ciudad donde vivimos aproximadamente 2.500.000 habitantes, entre caleños y multitud de personas venidas de otros sitios, que en las últimas tres décadas han llegado en grandes cantidades, situación que posiblemente ha dado paso que perdamos parte de nuestra identidad, sentido de pertenencia y civismo que nos caracterizaba en otras épocas.
Los caleños hemos olvidado el amor y el orgullo por nuestra tierra, debemos volver a luchar, a aportar para seguir siendo una ciudad pujante, con desarrollo, con futuro.
Nos paseamos por la ciudad, por sus calles y sus sitios llenos de historia y costumbres olvidadas, que las nuevas generaciones muchas veces ni siquiera conocen, por eso me he dado a esta pequeña tarea de recopilar algunos detalles y sitios característicos, que de tanto verlos se nos han vuelto un simple paisaje.
- Iglesia de Nuestra Señora de Los Remedios (patrona de la ciudad), más conocida como Iglesia de La Merced, sitio de fundación de la ciudad.
La capilla data de 1678, aunque ha sufrido múltiples restauraciones aún conserva su arquitectura típica colonial.
- Al lado de la capilla encontramos el museo de arte colonial y el museo de arte religioso, pertenecientes a la congregación de Misionres Agustinas Recoletas, donde se puede apreciar arte religioso colonial y republicano de la ciudad entre los siglos XVI y XX
- Iglesia de San Antonio, data de 1747, reedificada en 1786, en 1803 y restaurada en 1944. Las gradas y la balaustrada son de estilo barroco, la portada tiene un arco de ladrillo de medio punto. Las campanas están en dos vanos de medio punto de estilo tradicional almohade.
Esta ubicada en una colina con un lindo parque desde donde se aprecia la ciudad, y donde se reúnen en las noches y fines de semana artistas, cuenteros, parejas de enamorados, visitantes, familias, que disfrutan de la magia que allí se percibe.
- El complejo religioso de San Francisco, con la iglesia de este mismo nombre, el convento, la capilla de la Inmaculada, la torre mudéjar y el museo de arte religioso.
La iglesia de San Francisco es de estilo neoclásico, de gran valor arquitectónico.
A su lado está la torre mudéjar, de 23 metros de altura considera una de las más hermosas de América, data del siglo XVII.
- El Teatro Jorge Isaacs, inaugurado el 26 de diciembre de 1936, construido en un estilo neoclásico francés, declarado monumento nacional en 1984, lleva el nombre del escritor vallecaucano creador de “María” la obra cumbre del romanticismo americano.
- El Teatro Municipal Enrique Buenaventura, antes Teatro Municipal de Cali, inaugurado el 30 de noviembre de 1927, con la opera “El Trovador” de la compañía italiana Bracale. De estilo barroco italiano, fue declarado monumento nacional en 1982. Conserva su telón original, asientos y cortinas, importados de Italia, Austria y Francia.
- El Edificio Otero, inaugurado en 1926, fue el primer edificio de la ciudad construido en estilo barroco criollo. Fue declarado Monumento Nacional en 1977.
A su lado al fondo se encuentra el Palacio Nacional, o antiguo Palacio de Justicia, corresponde a una tendencia renacentista con estilo neoclásico francés, inaugurado en 1933 y declarado Monumento Nacional el 25 de julio de 1977
- La Casa Arzobispal, construída a finales del siglo XVIII, de estilo colonial con anchos muros de adobe y techos de teja en barro, es la única casa colonial de la ciudad con dos plantas. Aquí se alojó el Libertador Simón Bolivar en 1822.
- La Catedral de San Pedro Apóstol, es considerada Patrimonio Arquitectónico de Cali y declarada Monumento Nacional en 1982, es el templo principal de la arquidiócesis de Cali. La construcción original fue de 1772, pero a raíz de algunos sismos, fue derrumbada y reconstruida en 1885 y 1925.
Posee los órganos tubulares más grandes del país, con un mueble de madera tallada alemán puesto en funcionamiento en 1928
- El Edificio de Coltabaco, protegido como Patrimonio Arquitectónico Urbano, fue construido en 1936 como regalo por los 400 años de la ciudad. Tiene un estilo del renacimiento español o plateresco, uno de los pocos con este estilo en el país, y aunque ya no funciona allí Coltabaco, por ser un bien protegido su arquitectura no puede ser modificada
- La Ermita fue construida en 1942 como la conocemos hoy día, aunque ya allí existía una pequeña capilla dedicada al señor de la caña.
Es una iglesia gótica en miniatura, inspirada en la Catedral de Ulm, Alemania. Consta de tres naves, cubierta con una bóveda de crucería.
Es uno de los íconos de la ciudad.
- En frente de la Ermita y del Edificio de Coltabaco, encontramos el Puente Ortiz, el cual debe su nombre al Fraile José Ignacio Ortiz, responsable de la obra que data de 1840. Es uno de los símbolos arquitectónicos de la ciudad, rodeado de vegetación y sobre el río Cali, conecta el norte con el centro de la ciudad
- Al lado del puente Ortiz está el parque de la Retreta, sobre la margen izquierda del Río Cali, una amplia zona verde, con bancas y luminarias estilo francés y el kiosko neoclásico realizado como réplica del que existió en la plaza principal de la ciudad (Plaza de Caycedo) hasta 1936, recordando las viejas retretas o representaciones musicales que daba la banda municipal los domingos.
- Monumento a Sebastián de Belalcazar, fundador de la ciudad, realizada con motivo de los 400 años de la ciudad e inaugurada en 1937. Fue construida en bronce y traída en barco desde España y trasladada hasta Cali a lomo de mula.
Muestra al fundador mirando a la ciudad y señalando al occidente la salida al mar. Está ubicada sobre una colina en un amplio mirador desde donde se tiene una linda vista de la ciudad.
- El Museo de Arte Moderno La Tertulia, creado en la década de los 60, además de sus salones de exposiciones cuenta con cinemateca, teatrino al aire libre, y salones de grabado y restauración.
Es un excelente lugar para disfrutar de interesantes exposiciones de artes plásticas contemporáneas, o de una película de cine no comercial, o simplemente disfrutar de actividades al aire libre y de la fresca brisa que corre en la ciudad.
- El Gato de Tejada, llamado así por ser una obra del escultor Hernando Tejada, quien la donó a la ciudad y fue inaugurada el 3 de julio de 1996.
Mide 3.5 m de altura, 3.4m de ancho y 1.95m de espesor y pesa tres toneladas. Alrededor de la escultura que se encuentra a la orilla del río Cali, se ha desarrollado un sendero ajardinado, en frente de restaurantes y bares, y a partir de esta escultura se desarrollaron otras, llamadas las gatas el río o las novias el gato. Un sitio agradable para caminar, conversar y descansar.
- El Centro Cultura de Cali, es un edificio de estilo arquitectónico moderno, una especie de mezcla entre ciudadela mudéjar y castillo medieval, con amplios aleros en sus aceras, balcones, y espacios abiertos en su interior. Diseñado por el arquitecto Rogelio Salmona, obtuvo en 1990 el premio Nacional de Arquitectura en la XII Bienal Colombiana de Arquitectura. Aquí funciona la secretaría de cultura de la ciudad y se presentan diversas manifestaciones culturales como conciertos musicales, exposiciones de arte, pintura, fotografía entre otros
- El Zoológico, se encuentra ubicado dentro del Bosque Municipal de 25 Hectáreas, aunque el parque encierra solo 9 hectáreas dentro de las cuales se hace un recorrido de 1.5 kilómetros donde se puede apreciar gran variedad de especies animales, dentro de un marco de vegetación y organización muy bien pensado. Aquí se promueven diversas actividades educativas e investigativas en torno a la biodiversidad y el medio ambiente.
Fue fundado en 1969, y es manejado por la fundación Zoológico de Cali desde 1981, ha sido catalogado como uno de los mejores zoológicos de América Latina.
Santiago de Cali, fundada en 1536, ubicada en el Suroccidente de Colombia, en el privilegiado paisaje del Valle del Cauca, es una ciudad donde vivimos aproximadamente 2.500.000 habitantes, entre caleños y multitud de personas venidas de otros sitios, que en las últimas tres décadas han llegado en grandes cantidades, situación que posiblemente ha dado paso que perdamos parte de nuestra identidad, sentido de pertenencia y civismo que nos caracterizaba en otras épocas.
Los caleños hemos olvidado el amor y el orgullo por nuestra tierra, debemos volver a luchar, a aportar para seguir siendo una ciudad pujante, con desarrollo, con futuro.
Nos paseamos por la ciudad, por sus calles y sus sitios llenos de historia y costumbres olvidadas, que las nuevas generaciones muchas veces ni siquiera conocen, por eso me he dado a esta pequeña tarea de recopilar algunos detalles y sitios característicos, que de tanto verlos se nos han vuelto un simple paisaje.
- Iglesia de Nuestra Señora de Los Remedios (patrona de la ciudad), más conocida como Iglesia de La Merced, sitio de fundación de la ciudad.
La capilla data de 1678, aunque ha sufrido múltiples restauraciones aún conserva su arquitectura típica colonial.
- Al lado de la capilla encontramos el museo de arte colonial y el museo de arte religioso, pertenecientes a la congregación de Misionres Agustinas Recoletas, donde se puede apreciar arte religioso colonial y republicano de la ciudad entre los siglos XVI y XX
- Iglesia de San Antonio, data de 1747, reedificada en 1786, en 1803 y restaurada en 1944. Las gradas y la balaustrada son de estilo barroco, la portada tiene un arco de ladrillo de medio punto. Las campanas están en dos vanos de medio punto de estilo tradicional almohade.
Esta ubicada en una colina con un lindo parque desde donde se aprecia la ciudad, y donde se reúnen en las noches y fines de semana artistas, cuenteros, parejas de enamorados, visitantes, familias, que disfrutan de la magia que allí se percibe.
- El complejo religioso de San Francisco, con la iglesia de este mismo nombre, el convento, la capilla de la Inmaculada, la torre mudéjar y el museo de arte religioso.
La iglesia de San Francisco es de estilo neoclásico, de gran valor arquitectónico.
A su lado está la torre mudéjar, de 23 metros de altura considera una de las más hermosas de América, data del siglo XVII.
- El Teatro Jorge Isaacs, inaugurado el 26 de diciembre de 1936, construido en un estilo neoclásico francés, declarado monumento nacional en 1984, lleva el nombre del escritor vallecaucano creador de “María” la obra cumbre del romanticismo americano.
- El Teatro Municipal Enrique Buenaventura, antes Teatro Municipal de Cali, inaugurado el 30 de noviembre de 1927, con la opera “El Trovador” de la compañía italiana Bracale. De estilo barroco italiano, fue declarado monumento nacional en 1982. Conserva su telón original, asientos y cortinas, importados de Italia, Austria y Francia.
- El Edificio Otero, inaugurado en 1926, fue el primer edificio de la ciudad construido en estilo barroco criollo. Fue declarado Monumento Nacional en 1977.
A su lado al fondo se encuentra el Palacio Nacional, o antiguo Palacio de Justicia, corresponde a una tendencia renacentista con estilo neoclásico francés, inaugurado en 1933 y declarado Monumento Nacional el 25 de julio de 1977
- La Casa Arzobispal, construída a finales del siglo XVIII, de estilo colonial con anchos muros de adobe y techos de teja en barro, es la única casa colonial de la ciudad con dos plantas. Aquí se alojó el Libertador Simón Bolivar en 1822.
- La Catedral de San Pedro Apóstol, es considerada Patrimonio Arquitectónico de Cali y declarada Monumento Nacional en 1982, es el templo principal de la arquidiócesis de Cali. La construcción original fue de 1772, pero a raíz de algunos sismos, fue derrumbada y reconstruida en 1885 y 1925.
Posee los órganos tubulares más grandes del país, con un mueble de madera tallada alemán puesto en funcionamiento en 1928
- El Edificio de Coltabaco, protegido como Patrimonio Arquitectónico Urbano, fue construido en 1936 como regalo por los 400 años de la ciudad. Tiene un estilo del renacimiento español o plateresco, uno de los pocos con este estilo en el país, y aunque ya no funciona allí Coltabaco, por ser un bien protegido su arquitectura no puede ser modificada
- La Ermita fue construida en 1942 como la conocemos hoy día, aunque ya allí existía una pequeña capilla dedicada al señor de la caña.
Es una iglesia gótica en miniatura, inspirada en la Catedral de Ulm, Alemania. Consta de tres naves, cubierta con una bóveda de crucería.
Es uno de los íconos de la ciudad.
- En frente de la Ermita y del Edificio de Coltabaco, encontramos el Puente Ortiz, el cual debe su nombre al Fraile José Ignacio Ortiz, responsable de la obra que data de 1840. Es uno de los símbolos arquitectónicos de la ciudad, rodeado de vegetación y sobre el río Cali, conecta el norte con el centro de la ciudad
- Al lado del puente Ortiz está el parque de la Retreta, sobre la margen izquierda del Río Cali, una amplia zona verde, con bancas y luminarias estilo francés y el kiosko neoclásico realizado como réplica del que existió en la plaza principal de la ciudad (Plaza de Caycedo) hasta 1936, recordando las viejas retretas o representaciones musicales que daba la banda municipal los domingos.
- Monumento a Sebastián de Belalcazar, fundador de la ciudad, realizada con motivo de los 400 años de la ciudad e inaugurada en 1937. Fue construida en bronce y traída en barco desde España y trasladada hasta Cali a lomo de mula.
Muestra al fundador mirando a la ciudad y señalando al occidente la salida al mar. Está ubicada sobre una colina en un amplio mirador desde donde se tiene una linda vista de la ciudad.
- El Museo de Arte Moderno La Tertulia, creado en la década de los 60, además de sus salones de exposiciones cuenta con cinemateca, teatrino al aire libre, y salones de grabado y restauración.
Es un excelente lugar para disfrutar de interesantes exposiciones de artes plásticas contemporáneas, o de una película de cine no comercial, o simplemente disfrutar de actividades al aire libre y de la fresca brisa que corre en la ciudad.
- El Gato de Tejada, llamado así por ser una obra del escultor Hernando Tejada, quien la donó a la ciudad y fue inaugurada el 3 de julio de 1996.
Mide 3.5 m de altura, 3.4m de ancho y 1.95m de espesor y pesa tres toneladas. Alrededor de la escultura que se encuentra a la orilla del río Cali, se ha desarrollado un sendero ajardinado, en frente de restaurantes y bares, y a partir de esta escultura se desarrollaron otras, llamadas las gatas el río o las novias el gato. Un sitio agradable para caminar, conversar y descansar.
- El Centro Cultura de Cali, es un edificio de estilo arquitectónico moderno, una especie de mezcla entre ciudadela mudéjar y castillo medieval, con amplios aleros en sus aceras, balcones, y espacios abiertos en su interior. Diseñado por el arquitecto Rogelio Salmona, obtuvo en 1990 el premio Nacional de Arquitectura en la XII Bienal Colombiana de Arquitectura. Aquí funciona la secretaría de cultura de la ciudad y se presentan diversas manifestaciones culturales como conciertos musicales, exposiciones de arte, pintura, fotografía entre otros
- El Zoológico, se encuentra ubicado dentro del Bosque Municipal de 25 Hectáreas, aunque el parque encierra solo 9 hectáreas dentro de las cuales se hace un recorrido de 1.5 kilómetros donde se puede apreciar gran variedad de especies animales, dentro de un marco de vegetación y organización muy bien pensado. Aquí se promueven diversas actividades educativas e investigativas en torno a la biodiversidad y el medio ambiente.
Fue fundado en 1969, y es manejado por la fundación Zoológico de Cali desde 1981, ha sido catalogado como uno de los mejores zoológicos de América Latina.
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