Estuvimos de paseo por
Medellín. nunca había estado allí en ese plan, siempre había ido por cuestiones
de trabajo.
Entre
el tráfico, la contaminación y el bullicio, se encuentra una ciudad vital,
progresista, de gente alegre y amable, con muy buenos lugares para visitar en
plan familiar. Con el único metro de Colombia, que facilita indiscutiblemente
la movilidad de los ciudadanos, aunque mi opinión ha sido siempre que el metro
debió construirse primero en Bogotá, lo necesitaba más una ciudad con 8
millones de habitantes que una de 3millones, pero igual es un ícono de la
ciudad y está bien administrado y utilizado.
Sitios para visitar: El Planetario de Medellín, El Parque Explora, La Plaza de la Luz, El Parque de los deseos, Jardín Botánico, El Pueblito Paisa.
Aquí
les comparto algunas fotos de Medellín, una ciudad para visitar.
El metro de Medellín, hasta el momento el único en Colombia:
El Pueblito Paisa, ubicado en la cima del Cerro Nutibara:
Las tradicionales chivas:
El Museo El Castillo, donde se inspira la novela de Jorge Franco, El Mundo de Afuera:
A
dos horas de Medellín (no es lejos, pero las carreteras de Antioquia son casi
todas en montaña) se encuentran los pueblos de El Peñol y Guatapé, y en medio
de los dos está El Peñón de Guatapé, un gran monolito de 220 metros de altura y
656 escaleras dispuestas para subir a su cumbre.
Una
piedra natural que sorprende por su imponencia y la cual los habitantes del
lugar han sabido explotar como sitio turístico.
En
mi concepto la administración del lugar debería preocuparse más por el
mantenimiento, embellecimiento y limpieza de las escaleras y de los lugares como
restaurantes y cafeterías que se encuentran tanto al pie como en la cima de la
piedra.
La
vista de la represa de Guatapé es impresionante y más cuando se conoce que no
es una represa natural, pues para su construcción se inundaron los terrenos de
la región, incluyendo los que ocupaba el municipio de El Peñol, el cuál fue
reubicado y por eso ha sido llamado el Ave Fenix de Antioquia.
Paisajes en la carretera hacia el Peñol:
El Peñon de Guatapé visto desde lejos, cuando llegábamos:
Una toma desde su base, donde se pueden apreciar las escaleras:
Una Virgen colocada en uno de sus lados (¿cómo serían los trabajos de ubicación?):
Vistas del embalse, tomadas desde la cima de la piedra:
Luego de visitar la piedra, decidimos
ir a almorzar al municipio de Guatapé, nos habían dicho algunos amigos que este
paseo valía la pena, pensamos inicialmente que se referían a la visita al Peñón, pero cuando llegamos al pueblo, nos dimos cuenta que este era tan
especial como la piedra, debimos habernos empapado más de su historia y sus
atractivos antes del viaje, así habíamos coordinado hospedaje allí.
Guatapé
es un pueblo pequeño pero muy pintoresco, con calles empedradas, lleno de
color, principalmente por los zócalos que adornan sus casas típicas.
Llegamos
en pleno Jueves Santo, donde tradicionalmente celebran con liturgias y
representaciones en vivo en la plaza principal, donde como en todos los pueblos
y ciudades de Colombia está también la iglesia principal.
Este
lindo pueblo merece ser visitado de nuevo.
Las coloridas calles de Guatapé:
Un teatrino al aire libre:
El pueblo tiene un malecón, donde se practica canopy (este es el de niños, hay otro bastante alto para adultos):
La iglesia en la plaza principal, como en todos los pueblos de Colombia, muy concurrida aquel día por ser Jueves Santo:
Y una muestra de los hermosos zócalos típicos de Guatapé: