Farallones de Cali

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miércoles, 21 de julio de 2010

20 DE JULIO DE 2010, BICENTENARIO DE INDEPENDENCIA

Colombia tierra querida himno de fe y armonía
Cantemos, cantemos todos grito de paz y alegría
Vivemos siempre vivemos a nuestra patria querida
Tu suelo es una oración y es un canto de la vida (bis)
Cantando, cantando yo viviré Colombia tierra querida
Cantando, cantando yo viviré Colombia tierra querida

Colombia te hiciste grande con el furor de tu gloria
La América toda canta la floración de tu historia
Vivemos, siempre vivemos a nuestra patria querida
Tu suelo es una oración y es un canto de la vida (bis)

Cantando, cantando yo viviré
Colombia tierra querida (x4)

Colombia te quiero, te adoro, te siento (x4)
Lucho Bermúdez (compositor colombiano 1912-1994)

20 de julio de 1810, 20 de julio de 2010, 200 años del grito de independencia de Colombia, que celebramos con bombos y platillos el pasado martes.
Pero también 200 años de una infancia no superada, porque esa es la verdad, nacimos como república hace 200 años, pero si acaso hemos llegado a las puertas de una conflictiva adolescencia, donde nos peleamos día a día a nivel interno y también con nuestros vecinos hermanos, donde nos preocupamos más por las apariencias que por los valores, donde le dedicamos más tiempo (y presupuesto) a la recreación que al desarrollo, esto último evidenciado en la celebración fastuosa y costosa que vimos el martes, algunos en vivo, otros por televisión.
En Bogotá cerraron la celebración del bicentenario con un espectáculo teatral, musical, tecnológico, sin precedentes, que según información que escuché en las noticias, costó $3.000 millones de pesos, unos $1.5 millones de dólares.


(Fotos tomadas de las páginas de radiosantafé y msn)
No niego que el espectáculo se veía lindo, pero no creo que nuestras arcas estén tan sobradas como para dedicarlas a este tipo de espectáculos, considero que esto se debe usar en obras que garanticen que dentro de 100 años nuestros descendientes puedan celebrar 300 años de manera digna, con un nivel de vida bueno, con todas sus necesidades básicas cubiertas, con recursos naturales aún disponibles.
Para darnos una idea de la magnitud de esta cifra a nivel social, esta cifra equivale a más de 5.800 salarios mínimos mensuales, al 2% del presupuesto para obras de infraestructura social aprobado para 2010, alcanzaría para brindarle un año de estudio básico a aproximadamente 3000 niños, o construir al menos una o dos escuelas.
Entonces cómo es posible que nos gastemos este dinero en una celebración, así sea una celebración que se hace cada 100 años?
Esto evidencia la falta de cultura, de sentido común que aún tenemos, eso es igual que el padre que no envía a sus hijos a la escuela porque no le alcanza el dinero, pero se gasta el sueldo bebiendo licor con sus amigos el fin de semana, o se endeuda para hacerle una fiesta de 15 años a su hija a la que envió a la escuela solo hasta 5º. de primaria.
Dentro de estas mismas festividades bicentenarias se abrió la urna del tiempo, que reposaba en el museo de Bogotá cerrada hace 99 años y que contenía documentos y fotografías que dejaron los miembros del consejo municipal de aquel entonces como evidencia de la época y con motivo de la celebración del primer centenario de independencia.
A raíz de esta urna, se decidió que se va a dejar otra cápsula del tiempo para que sea abierta el 20 de julio de 2110, y ha suscitado la pregunta sobre qué se debe dejar en dicha cápsula.
He escuchado cosas como dejar un tiquete de transmilenio, un celular, fotografías de la ciudad, en fin innumerables ideas de todo tipo. Yo particularmente dejaría fotografías de los ríos, las reservas naturales, las lagunas, un mapa hidrográfico de Colombia, una factura de energía, hojas debidamente disecadas para su conservación de las diferentes especies de nuestra flora en vía de extinción, y bueno seguiré pensando que más colocar, que evidencie dentro de 100 años lo que hicimos, o dejamos de hacer para preservar nuestros recursos naturales.
Para finalizar por ahora mis reflexiones, creo que más que celebrar 200 años, debemos es hacer un balance de los errores y los aciertos de estos 200 años y empezar a construir desde hoy una buena historia para los próximos 100 años, para ver si al fin salimos del periodo de la Patria Boba, que en los libros de historia nos enseñaron que fue entre 1810 y 1816, pero que realmente se puede decir que abarca desde 1810 hasta nuestros días….
En todo caso, como dice Juanes: "Ama la tierra en que naciste, ámala es una y nada más"!

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