El futbol genera pasión, amores, y lastimosamente, hasta odios, y cuando te enamorás de una camiseta, en este caso la escarlata americana, ya quedaste flechado para siempre, el amor al equipo es puro, incondicional y por encima de todo, fiel más fiel que hasta un amor de pareja, porque luego de que has sido flechado por una camiseta ya no cabe ninguna posibilidad de sentir lo mismo por otra, el color de la camiseta se aferra a tu espíritu y ya más nunca te suelta, este si es un verdadero amor hasta que la muerte nos separe.
Aquel 19 será…. El momento que hubiera querido disfrutar ……
Sin embargo aunque no tuve la oportunidad de vivir ese momento, he tenido muchos otros momentos felices, se vienen a mi mente…. Las finales del 85 y el 86, el subcampeonato de 1987 con un partido final en Medellín, gol de Willington Ortiz y dos atajadas de mi amado Falcioni, la final del 2002, grandiosa en Medellín también, y por supuesto la estrella 13, vivida con el corazón en el Pascual en compañía de mi amiga Almaluz con quién desde hace muchos años he compartido las alegrías y tristezas de este equipo amado, y con quien he compartido también la pasión por el futbol que por mucho tiempo fue tema “exclusivo” del género masculino.
También debo recordar todos los subcampeonatos de copa libertadores, frustrantes sí, pero un orgullo también, y espero vivir para ver a mi América como el mejor de América.
Sigo pensando en que espero vivir para ver a América campeón de América, sinembargo lo que si es seguro es que ahora lo estoy viendo tristemente ir al descenso, si, suena paradójico pero así es, y realmente aunque es una situación difícil, creo que todo sucede por una causa y esta puede ser la oportunidad de un renacer, así que hay que aprovecharla, y espero que así lo piensen los directivos, cuerpo técnico, jugadores y obviamente toda la hinchada. Ya no lloremos más sobre mojado! este momento algún día será solo historia!
Dale, dale, dale rojo dale!