MÉXICO
ELENA PONIATOWSKA - LEONORA
«La pareja decide regresar a St. Martin d'Ardèche. Alfonsina le dice que Marie Berthe Aurencje vino a preguntar por Max.
Cada mañana descienden lentamente hasta un río con una playa de piedras que blanquean el agua que corre sobre ellas. El río revienta en un verde profundo en la poza, luego fluye suave y ancho hasta el mar. Se desnudan, se tiran a la orilla, la melena negra de Leonora hiere la blancura. Están solos durante horas, nadie se acerca mienta se abrazan, son los dueños del río. Tras tenderse al sol, las piedras guardan la memoria de sus cuerpos, los acunan, los adormecen. Max la guía. A veces la toma de la mano, a veces la suelta; él es el pájaro superior. La orilla del río es blanca.
–Vamos a meternos.
Su amante la jala y entran al agua. Cuando el sol llega al cenit, él se va desdibujando.
–Te quieren comer las pedras, te absorben, ya no te veo.
La frondosidad de sus espacios negros impide que se la traguen. "Leonora, Leonora, Leonora", le dice Max a su sexo, a sus axilas, a su cabello, que es ya un follaje, y hacen el amor como anoche, como hoy en la mañana, como ahora mismo. Las piedras son su paredón: soldados, apunten al corazón, ¡fuego!»
Cada mañana descienden lentamente hasta un río con una playa de piedras que blanquean el agua que corre sobre ellas. El río revienta en un verde profundo en la poza, luego fluye suave y ancho hasta el mar. Se desnudan, se tiran a la orilla, la melena negra de Leonora hiere la blancura. Están solos durante horas, nadie se acerca mienta se abrazan, son los dueños del río. Tras tenderse al sol, las piedras guardan la memoria de sus cuerpos, los acunan, los adormecen. Max la guía. A veces la toma de la mano, a veces la suelta; él es el pájaro superior. La orilla del río es blanca.
–Vamos a meternos.
Su amante la jala y entran al agua. Cuando el sol llega al cenit, él se va desdibujando.
–Te quieren comer las pedras, te absorben, ya no te veo.
La frondosidad de sus espacios negros impide que se la traguen. "Leonora, Leonora, Leonora", le dice Max a su sexo, a sus axilas, a su cabello, que es ya un follaje, y hacen el amor como anoche, como hoy en la mañana, como ahora mismo. Las piedras son su paredón: soldados, apunten al corazón, ¡fuego!»
Leonora - Elena Poniatowska
Una biografía novelada, una novela biográfica, la crónica de una vida, el perfil de un personaje, todo esto puede ser Leonora, de Elena Poniatowska, una novela sobre la vida de la pintora Leonora Carrington, o como la misma Elena afirmó: «Esta novela no pretende ser en ningún modo una biografía, sino una aproximación libre de la vida de una artista fuera de serie».
A través de una prosa que salta entre los rigores del periodismo y la musicalidad de la buena literatura, la autora nos presenta la vida de esta reconocida y excepcional pintora inglesa, excepcional no solo en su arte sino también en su vida personal, sus luchas, su tenacidad, su fuerza para sobre ponerse en los altibajos de una travesía que inició en Inglaterra, pasando por Francia, España, Estados Unidos para finalizar en México, en medio de una cultura y un ambiente totalmente diferentes a los que estaba destinada a vivir como la heredera de un prominente empresario.
Poniatowska, utiliza una voz que se asemeja a la de un narrador omnisciente, debido a los detalles, imágenes y sensaciones que contiene y que hacen pensar en que solo la misma Leonora podría llegar a este nivel tan específico de su historia, pero que a la vez hacen de este libro una especie de caminata en medio de paisajes diferentes y singulares, desde los más sosegados hasta los más turbulentos.
Leonora Carrington fue una artista que tuvo la valentía de revelarse y renunciar a una posición aparentemente privilegiada pero que no le garantizaba la libertad que su espíritu requería y la condenaba a ser quien ella no quería ser. En esta novela conocemos a la mujer, sus amores, sus desdichas y desilusiones, alegrías y pasiones, su paso por un manicomio en España, su huida de una Europa en guerra; conocemos al círculo de amigos que se convirtió en su familia y en su soporte; también conocemos a la artista, inspirada, convencida, a la esposa, a la madre y al ser humano con numerosos claroscuros.
Un respaldo adicional, aunque no realmente necesario que se conoce al final de la lectura, por los comentarios que la misma Poniatowska comparte, es saber que esta obra fue ideada, creada y estructurada a partir de la larga amistad entre la autora y Leonora Carrington, donde confluyeron la confianza, la intimidad y el respeto.
Leonora
Autora: Elena Poniatowska
Editorial: Seix Barral
Formato: Tapa blanda
Páginas: 508
tomada de:https://es.babelio.com
Elena Poniatowska (París, Francia, 1932) Periodista, escritora y activista mexicana.
Con una larga trayectoria periodística, ha trabajado para medios como el periódico Novedades y el Excélsior y La Jornada.
Ha obtenido numerosos premios como el pretigioso Premio Cervantes, el Rómulo Gallegos, el Premio Nacional de Periodismo de México, Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Lingüística y Literatura de México y el premio Biblioteca Breve.
Es reconocida como una gran cronista, su primera obra con impacto fuera de México fue «La noche de Tlatelolco» y en este mismo género ha publicado obras como: Fuerte es el silencio; Luz y luna, las lunitas; La herida de Paulina: crónica del embarazo de una niña violada; No den las gracias. La colonia Rubén Jaramillo y el Güero Medrano; Nada, nadie. Las voces del temblor; Amanecer en el Zócalo. Los 50 días que confrontaron a México.
En novela ha publicado obras como: Hasta no verte Jesús mío; La flor de lis; Moletiques y pasiones; La piel del cielo; dos veces única.
También ha trabajado en obras biográficas y en cuentos.
Con una larga trayectoria periodística, ha trabajado para medios como el periódico Novedades y el Excélsior y La Jornada.
Ha obtenido numerosos premios como el pretigioso Premio Cervantes, el Rómulo Gallegos, el Premio Nacional de Periodismo de México, Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Lingüística y Literatura de México y el premio Biblioteca Breve.
Es reconocida como una gran cronista, su primera obra con impacto fuera de México fue «La noche de Tlatelolco» y en este mismo género ha publicado obras como: Fuerte es el silencio; Luz y luna, las lunitas; La herida de Paulina: crónica del embarazo de una niña violada; No den las gracias. La colonia Rubén Jaramillo y el Güero Medrano; Nada, nadie. Las voces del temblor; Amanecer en el Zócalo. Los 50 días que confrontaron a México.
En novela ha publicado obras como: Hasta no verte Jesús mío; La flor de lis; Moletiques y pasiones; La piel del cielo; dos veces única.
También ha trabajado en obras biográficas y en cuentos.
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